¡Rafael Nadal tumba a Schwartzman y pasa a la gran final!
Esto es Roland Garros y la Phillipe Chatrier. El sol aparece y desaparece, hace un frio otoñal en París, se juega de noche, a veces bajo techo, las bolas no botan como le gusta, la pista está demasiado lenta, hay sol y sombra, pero el campeón, que nadie lo dude, se llama Rafael Nadal.
Lo ha sido 12 veces desde el 2005 y lo ha vuelto a demostrar este viernes. El domingo estará de nuevo en otra gran final, preparado para llevarse la Copa de los Mosqueteros a su museo de Manacor por treceava vez.
Roland Garros
Diego Schwartzman le había ganado hace 20 días en Roma por un contundente, claro y asombroso 2 sets a 0. Pero era el primero que sabía que eso, en casa del campeón Rafael Nadal, poco le valía. El tenista argentino había tumbado en una gran remontada al segundo mejor jugador en tierra batida Dominic Thiem, la ronda anterior, en un maratoniano partido a cinco sets y sus piernas lo notaron ya que no pudo aguantar el infierno al que le sometió Nadal que se deshizo del ‘Peque’ por 6-3, 6-3 y 7-6 (7-0).
El primer juego fue de tanteo donde se vio que iba a ser un duro y largo partido. Era el momento de afinar las raquetas. Probar golpes. Se alargó 13 minutos. Schwartzman tuvo dos ‘break points’ pero Nadal lo hizo suyo a la cuarta ventaja y, en el siguiente juego, se apuntaba la primera rotura (2-0). El campeón marcaba territorio. El «Peque» empezó a asimilar de que esto no era Roma.
Schwartzman buscaba líneas, tiraba profundo, se atrevía con alguna dejada y forzaba al revés de Nadal, así pudo hacer ‘break’ (2-1. Rafael Nadal lo recuperó enseguida (3-1). Ventaja suficiente para ganar la primera manga en 64 minutos pero sufriendo en el último juego en el que Schwartzman salvó dos bolas de set, antes de cederlo con un revés a la red y su 15 error no forzado por 6 solo de Nadal.
El primer paso, el cual siempre es el más difícil, estaba dado y Nadal lo celebró con todo su palco con un “¡Vamos!” que resonó en la central ante un millar de privilegiados espectadores. El guion del segundo set varió muy poco, ya que Rafael Nadal rompió rápido (2-1) y fue suficiente la llevarse el set en 43 minutos.
Y finalmente, en el tercer set, la penúltima vida de Schwartzman se acabó con 5-5 y 15-40, y después con otra ventaja. Tres derechas seguidas a la línea y una volea del defensor de la corona invitaban a la rendición a cualquiera. No a Diego, que se atrevió a forzar una muerte súbita en la que encadenó errores no forzados. El número dos mundial dejó el reloj en tres horas y ocho minutos.
Djokovic o Tsitsipas
Rafael Nadal jugará con el ganador del trepidante duelo entre Novak Djokovic y Stefanos Tsitsipas pero es seguro que tendrá unas horas más de recuperación. Tan solo un escalón más separa a Rafa del trofeo y delante estará un ‘top10’ que ya sabe lo que es ganarle, sea el serbio o el griego.