Nadal gana a Feliciano en un durísimo encuentro y alcanza su victoria 1.000
En medio del silencio atronador del Omnisport, símbolo de una ciudad confinada, Rafa Nadal alcanzó las 1.000 victorias en su carrera en su estreno en el Masters 1.000 de París. Un exclusivo club en el que sólo tienen entrada cuatro tenistas en la Era Open: Jimmy Connors (1.274), Roger Federer (1.242), Ivan Lendl (1.068) y él. Con sufrimiento, tuvo que remontar a su amigo Feliciano López para llevarse el partido por 4-6, 7-6 (5) y 6-4 en 2h:30 y citarse mañana jueves (cuarto turno, hacia las 16:00 en #Vamos) con el australiano Jordan Thompson (61º), que derrotó a Borna Coric por 2-6, 6-4 y 6-2.
Master 1000 de París
En el millar de victorias de Nadal, caben 20 Grand Slams de los que 13 corresponden a Roland Garros (100 veces ha ganado en el Bosque de Bolonia), 35 Masters 1.000, cinco Copas Davis, dos oros olímpicos, 27 triunfos sobre Novak Djokovic o 24 frente a Roger Federer, los dos tenistas que están ayudando con su competencia a elevarle al infinito… Caben innumerables alegrías y también partidos como el de hoy en el que sin jugar del todo bien acaba hurgando y perseverando hasta adjudicárselos. Caben la tozudez y el espíritu competitivo de ‘Jimbo’, la frialdad para salir airoso de situaciones complicadas de Lendl y la magia del genio suizo. Entre los tres, Nadal es el que mejor porcentaje de victorias luce, un 83,2% frente al 82% de Federer, el 81,8% del estadounidense y 81,5% del checo que luego abrazó la bandera de las barras y estrellas.
Nadal comenzó el partido frío, muy frío en la ciudad donde el pasado 11 de octubre alzó por 13ª vez la Copa de los Mosqueteros en Roland Garros. Y Feliciano, preparado, logró un break de entrada. Imponente con su saque (sólo cedió una bola de rotura en el parcial que no aprovechó el balear), el toledano ganó 14 de los 15 primeros servicios que puso en juego, firmó ocho aces (22 totales) y sólo cometió 11 errores no forzados. El campeón de 20 grandes no logró hacerse fuerte al resto, la base desde la que se cimentan sus triunfos. En 41 minutos, lucía el 6-4 para su socio… Un tenista al que entrena su mejor colega, Marc López, y con el que ha compartido alegrías en la Davis y 26 partidos de dobles, muchos entrenamientos e incontables horas de hotel.
Tocaba meter una marcha más en una pista en la que nunca se ha sentido cómodo y en la que tiene su techo en semifinales. Nadal, con el filo romo y el drive más encasquillado que de costumbre, se blindó al saque (sólo perdió cuatro puntos al servicio en el segundo set y finalizó el choque con 16 aces) y presionó al valiente Feliciano (39 años y 64º del ranking) hasta procurarse cinco bolas de break que no aprovechó. Llegó el desempate y ahí impuso su peso en los puntos claves.
Aturdido, Feliciano entregó un break de salida en el tercer set. Pero no perdió la cara, sacó a pasear servicios poderosos (por encima de los 200 km/h), voleas de clase y carácter. Pero enfrente tenía a Nadal. Al hombre de las 1.000 victorias, al tenista que lleva 789 semanas seguidas en el top-10, desde del 25 de abril del 2005. Al coloso que quiere también el Masters que se resiste en su palmarés. A un tenista milenario.